Vencer al "Lado Oscuro"

Que estés dominado por tus sentimientos y conductas negativas, no quiere decir que las opuestas, las positivas, no estén en ti.

Fracasamos al intentar luchar contra ello. Es batalla perdida, incluso antes de empezar, cuando pretendemos echarlos fuera de nuestra vida.

Al miedo expulsar, de nuestra mente desterrar; a la pereza combatir, con espada láser cual Jedi... Es tarea harto imposible.

Por otro lado, pretender engatusar a esas otras conductas que sí queremos en nosotros, es tontería.

Y lo es porque nunca se fueron. Porque nunca han estado en otro sitio que no sea dentro de ti. No puedes decir las perdí.

La dualidad convive en nosotros, somos buenos, somos malos, somos cobardes, somos valientes, somos todas las cosas alguna vez... pero no a la vez.

Para que lo entiendas has de imaginar una balanza:

A un lado está lo que no te gusta, y te controla, y al otro lado está lo que te gustaría, y que añoras (y que desconocías que estaba ahí todo este tiempo).

Ahora mismo lo que rechazas de ti, es lo que más pesa, y lo que pretendes ser es lo que menos pesa. Pero quieres que eso cambie ¿no?

Pues bien, la manera de lograrlo es dándole más importancia, más atención, y por lo tanto, más peso, a aquello que queremos. Y restándosela a lo que no queremos. Deja de centrarte en lo negativo que hay en ti, y perderá peso, hasta el punto que dejará de controlar tus pensamientos, luego tu mente, y por último tu vida.

Empieza a trabajar en tu mente, a asimilar y a reconocer lo que también eres, lo bueno que hay en ti, lo bueno que hubo y lo bueno que habrá. Piensa: "yo soy..." y aquí pon lo que quieras ser. Deja de pensar "yo soy..." poniendo lo que no te gusta, aunque luego añadas "y quiero ser..." Porque así lo que habrás hecho es dar más peso a lo que no quieres.

Y lo positivo será el nuevo líder. Habrás vencido sin derramar sangre, sin suplicar que venga, sin ponerte de rodillas...

Tu lado oscuro, al que has conocido, ha sido domado y llevado al redil, donde podrás controlarlo y vigilarlo. Aceptarlo como parte de ti. Una parte. No eres TÚ al completo. Porque tú eres más complejo.

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