El Último Viaje

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"¡Psss, tranquil@!". (Y te aprieto la mano). "Aquí estamos… contigo, venimos a despedirnos". Pienso: ¡ojala pudiera decir, has tenido una vida plena, has sido feliz!... pero en realidad no lo sé. ¿Lo has sido?

"Ahora partes", te alejas, te vas. "El último viaje", para muchos el primero…

"Aquí has estado con nosotros, compartiste todo lo que tenías, tu vida. Fuiste importante para mí", y para otros también. "Un ciclo en mi vida termina contigo", y empieza otro andar, otras vidas, en mi nuevo ciclo…

Para mí, pensar en la muerte es la nostalgia anticipada… lloramos al pensar que algún día nos iremos, y que dejaremos de estar con aquellos a quien tanto queremos, y los echamos de menos, estando todavía aquí.

Para los que nos hemos quedado, cuando ya otros han partido, la muerte es nostalgia, es perdida, es dolor, es incomprensión, es sentimiento de injusticia, es vacío.

Hablo del viaje en el que hemos tenido tiempo de hacer las maletas.

Para los que creen, debería ser… transición, ya que la vida, para ellos, sigue tras la muerte; o comienzo, porque antes no tuvieron ocasión de disfrutar; o ilusión, porque se rencontrarán con sus seres queridos; o un nuevo ciclo, ajeno, desconocido, esperado, temido.

Para los que no creen, es el final.

A ti, que te quiero, te digo al oído “inicias un gran viaje, no tengas miedo, ve… que allí nos encontraremos”. “Sí, estoy triste y tu asustad@… y cansad@, muy cansad@… descansa… déjate ir”

Podría intentar trasmitirte cierto optimismo por lo que te espera, cierta expectativa, despertar tu curiosidad, para que sean más fuertes que el miedo. Podría confortarte con palabras, o con gestos. Podría acompañarte, o dejarte... dejarlo fluir. Podría.

Sea como fuere, es un viaje, el viaje. Lo que no sabemos es en que punto del viaje se encuentra la muerte, al final, al principio, o en medio (como un trasbordo).

Un viaje que todos afrontaremos, de distinta manera, en función de en que punto lo situemos. El último y gran viaje.

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*nota: imagen vía