Buscando la magia

En nuestra infancia todo lo creíamos, pensábamos que todo era posible. POSIBILIDAD. Más adelante, en nuestra primera juventud, quizás tuvimos la certeza de que las casualidades no existían, de que las cosas sucedían por algo. SINCRONICIDAD. Más adelante, por un instante, en alguna reunión pudimos percibir algo más (en el ambiente se palpaba que todos buscábamos lo mismo). PERCEPCIÓN. O todas esas veces que no eramos conscientes del discurrir del tiempo cuando estábamos absortos en algo que nos entusiasmaba. FLUIR. Sentíamos esa unión especial con otro ser vivo, con la madre tierra, con el Universo. CONEXIÓN. Todos tuvimos alguno de estos momentos en nuestras vidas... y se fueron bajo la carga de la rutina y las responsabilidades.

Recuerda, esos momentos de magia huelen diferente, hacen que veas diferente, que sientas diferente. Recuerda, eras un niño. Y cómo tal has de mirar al mundo, saberte querido, sentirte especial, reconociendo que todas las posibilidades están ahí para ti. Miras con asombro, miras con curiosidad, miras con ganas de aprender, miras con los ojos abiertos como platos. Saboreas con la boca a rebosar. Desbordas alegría y energía. Vives el momento. No sabes lo que es el pasado y el poco que hay no importa. No piensas en mañana. Desconoces los plazos y la palabra "espera". Te entretienes con el hoy y quieres las cosas ahora. Y aquellas que no puedes tener en este instante las olvidas, y con las de ahora te concentras. Así es como se vive la magia, así el tiempo se alarga.

Con asombro, con curiosidad, viendo la belleza en todo y en todos. Siendo felices con poco. Sintiéndote realizado con tus pequeños logros, siendo consciente de que sabes hoy algo más de lo que sabías ayer, pero menos que mañana. Permitiendo que tus sentidos, ahora atrofiados, vuelvan a disfrutar. Con gratitud. Bendiciendo aquellas cosas que te gustan, que llegan a ti, que recibes o que consigues. Inventándote ritos y rezos, haciendo potingues, encendiendo velas, buscando ramitas para hacerte varitas, lo que tu quieras, todo aquello que te sirva para sentirte diferente y especial. JUGAR. Queriéndolo funciona, volviendo a recordar lo que se sentía.

En la actitud está el secreto.
.
.
.

Comentarios

  1. Anónimo8/8/12

    Patricia, tú eres mágica, no busques la magia, busca la ilusión, que por desgracia es lo primero que vuela por la ventana cuando otras cosas, casi siempre materiales, dejan de entrar por la puerta.

    Tu amiga desde Catellón.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Con educación cualquier cosa me podrás decir.