La Solución a la vuelta de la esquina...

Monstruo (¿de la crisis?)
Hay un escrito circulando, tanto vía e-mail como vía Facebook. En el se aconseja que dejemos de consumir productos extranjeros, para promover que el dinero se quede aquí, para promover el apoyo a los productores de aquí. Y así reactivar nuestra maltrecha economía.

Pero yo no estoy de acuerdo, al menos no en este caso.

¿Por qué? Porque considero que esta sería una medida útil en el caso de que quisiéramos ejercer presión sobre otros que nos están haciendo daño. Y este no es el caso.

Los otros países, los otros productores, no nos están perjudicando, entonces, por qué dañarles. Además podría resultar contraproducente, ya que entonces, los países afectados podrían pagarnos con la misma moneda, y dejar de consumir productos españoles, ¿es eso lo que queremos?, me parece que no.

Esto sería una solución, pero no LA SOLUCIÓN.

Ya que con esta medida, efectivamente premiaríamos a los nuestros, pero a su vez, castigaríamos a los productores de fuera, a los importadores de aquí, a los distribuidores de aquí, a gente de aquí o de allí que no tienen la culpa.

Porque quienes tienen la culpa siempre estarán protegidos... y se ríen de nosotros, de todas estas iniciativas, de todos esos mensajes que circulan de rabia e indignación, porque bien saben que la indignación sin acción no es nada.

Hay que darles donde más les duele, en sus bolsillos...

Primero. Tendríamos que procurar no ser tan dependientes de ciertos poderes:

Lo que habría que hacer es sacar el dinero de los bancos, hacer un banco universal y gratuito a través de Internet, donde no haya comisiones, ni especulen con nuestro dinero y donde se trabaje con dinero de verdad y no con aire...

Lo que habría que hacer es cuidarnos, mimarnos, alimentarnos con propiedad y hacer ejercicio para dejar de necesitar tantos medicamentos... y dejar de hacer ricos a esos lobbys de las farmacéuticas.

Lo que habría que hacer es dejar de repostar en Repsol, ya que pretenden hacer prospecciones petrolíferas en nuestras costas a pesar de la oposición del pueblo canario.

Lo que habría que hacer es que estas explotaciones petrolíferas en territorio nacional, fueran empresas públicas, para gestionarlas nosotros, protegernos nosotros y beneficiarnos nosotros. (Véase interesantísimo artículo de El País Semanal hablando de Noruega).

Mejor aún, lo que habría que hacer es depender muy poco, o nada, de los recursos "agotables" y contaminantes como el petroleo, el gas, el carbón y pasarnos al sol, el viento, la lluvia, las mareas, las corrientes... el bailar, el pedalear, el caminar,... porque todo esto nos da energía infinita, no contaminante y gratuita.

Segundo. Exigir que aquellos que nos representan, nos representen de verdad, que interactúen con el pueblo, que les escuche, que hoy por hoy existen los medios adecuados para ello.

Que si no cumplen sus objetivos, si no cumplen sus promesas electorales, si van en contra de los intereses de su pueblo y a favor de los intereses propios o privados, que si van en contra de la nación y a favor de los intereses de otros países, si sucede todo esto, que entonces sea posible "despedirlos", antes de cumplido el mandato, por incumplimiento de contrato y proceder a anticipar las elecciones; o nombrar una asamblea, transitoria, que arregle el desaguisado, atendiendo a las demandas del pueblo y, luego, hechas las modificaciones necesarias, se lleve a referéndum, se modifique la Constitución y se vuelva a votar un nuevo gobierno... tal como hizo Islandia.

Lo que habría que hacer es eliminar de un plumazo a los gobiernos incompetentes, y que paguen por sus negligencias, mala praxis, o trabajos inacabados... como ya hacen arquitectos, aparejadores, médicos y otros profesionales.

Lo que habría que hacer es cambiar la justicia (modificando las leyes), que no ayuda sino a los de siempre y permite que los corruptos estén en la calle.

Tercero. Que cosas como la educación, la sanidad y la investigación, sean intocables... es decir, que una vez reunidas todas las partes interesadas e implicadas (que tengan que ver en eso, y no políticos y burócratas) y puestos de acuerdo en lo básico, eso se convierta en el fundamento, en la base a partir de la cual se seguirá trabajando, de manera que cualquier gobierno que llegue, sin importar las circunstancias, no pueda modificar lo ya establecido, podrá añadir y mejorar, pero no podrá restar. Esto que pasa ahora, de ahora llego yo y la educación es así y luego llega el otro y lo deshace, "un pasito pa´lante, y un pasito pa´trás", es una tomadura de pelo.

Creo que partiendo de estas bases, se puede echar a andar, se puede empezar de nuevo. Se puede buscar la solución.


En conclusión, a veces es mejor hacer borrón y cuenta nueva... Y tal como estamos hoy en día, tratar de arreglar las cosas sin asentar las bases, es un peligro, la casa se nos cae encima. No hacemos más que poner parches y tiritas y no nos curamos. Ha llegado el momento de pararse, de pensar, y replantearse por donde queremos ir, hacia donde queremos ir, qué queremos lograr, cómo lo queremos lograr...

El gobierno actual es como un tren, como un tren que está a punto de descarrilar, tiene que parar para encontrar el equilibrio, tiene que soltar algunos vagones (pero no los que está soltando ahora, que es la integridad y bienestar de su pueblo), tiene que fijar la carga, comprobar su motor, sus frenos, asegurar sus vagones... y sólo entonces puede iniciar la marcha con seguridad. Entonces las soluciones llegarán.
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Esto es sólo una opinión personal. No pretende ser verdad.

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